jueves, 12 de abril de 2012

Pura Fe en el Duc des Lombards

(París. De nuestro enviado especial) Guillermo Hernández fue terminante: "Más plata no hay. Te las arreglás como puedas, pero andá a cubrirla". Y así, sin más, el transitorio corresponsal de Minton's, ya a punto de volver a Buenos Aires, se encaminó debajo de la lluvia (con la suela de un zapato debidamente rota y una de las medias consecuentemente empapada) al Duc des Lombards que, tautológicamente, queda en el 42 de la rue des Lombards, haciendo esquina con el Boulevard de Sebastopol, a muy pocas cuadras de Chatelet, uno de los puntos más céntricos de París.

Caro, pero incómodo, el Duc des Lombards, desde la terrible decadencia del New Morning (actualmente, una suerte de piojera) es uno de los más importantes templos del jazz en París. Apenas una treintena de mesas, un escenario que se le viene encima al público, monitores en todas partes con la proyección de lo que uno está viendo y bebidas desproporcionadamente caras (para no hablar de los platos que ofrecen) es, para que el lector lo visualice con claridad, una suerte de Club del Vino abreviado a su mínima expresión. Y sin embargo, por allí pasaron todos, desde Dave Holland a Wayne Shorter, sin olvidar a los más jóvenes. Por caso, el mes pasado tocaron allí Larry Goldings con Peter Berstein y se anuncian para este mes, entre otros, Omar Sosa, Ernie Watts, Niels Lan Doky, etc. Pero también hay espacio para el blues y otras músicas, por lo que ayer, 11 de abril, el corresponsal fue a escuchar a la deslumbrante Pura Fe.

Y acá vale la pena hacer un breve paréntesis. Minton's es una disquería esencialmente dedicada al jazz, pero uno de los sueños secretos del Talibán Hernández (al menos uno de los que puede manifestar sin correr peligro de terminar en la cárcel) es complementar su oferta con una sección dedicada al blues y aledaños, materia que domina y que difícilmente comparte con sus parroquianos por un presunto desinterés de estos por esos temas. El corresponsal de Minton's en París, no tiene otro remedio que compartir las melancólicas aspiraciones de Guille, deseando que, en el futuro, también haya blues y otras músicas en Minton's, sin que esto signifique descuidar el jazz. Y acá vale la pena cerrar el breve paréntesis.

Pura Fe (Nueva York, 1959) es hija de una india tuscarora (nación aborigen del sudeste de los Estados Unidos) y de un padre portorriqueño. Su madre fue una de las tantas cantantes de la orquesta de Duke Ellington y, según comenta Pura, estaba asimismo emparentada con Thelonious Monk. Acaso de ella haya heredado la pasión por la música y el arte en general, ya que luego de estudiar con The American Ballet Theatre, participó en varios musicales de Broadway, al tiempo que se ganaba la vida haciendo publicidades de televisión. Luego, integró la Mercer Ellington Orchestra y fue parte de cientos grupos de jazz, rhythm & blues e incluso bandas de rock. Más tarde pasó a integrar el trío vocal Ulali, con Soni Moreno (de las naciones apache y yaqui) y Jennifer Kreisberg (también tuscarora). Las tres se dedicaron a explorar la música de los pueblos originarios del sudeste norteamericano hasta que, en 2005, luego de haber colaborado con Robbie Robertson (el guitarrista y compositor del célebre grupo The Band), Pura Fe abandonó el grupo para comenzar una carrera solista.

A la fecha, Pura Fe lleva grabados cuatro discos a su nombre: Tuscarora Nation Blues, Hold The Rain, Full Moon Rising y Pura Fe Trio Live 2011. Su repertorio abarca muchos temas propios --generalmente salpicados de mensajes políticos referidos a la situación de los pueblos originarios, la conservación de la tierra, la necesidad de suprimir las fronteras, etc--, una gran cantidad de blues tradicionales, algunas canciones de naturaleza folklórica y también música aborigen de América. Sin embargo, como se puede comprobar en el registro en vivo (y como el enviado especial pudo oír en el show), también hay temas ajenos, por ejemplo de Joni Mitchell. Se trata, en líneas generales, de música acústica: guitarras, dobro (ejecutado con maestría por Pura) y percusión (reducida, las más de las veces, a cajón, pandereta y un par de implementos aborígenes.

Llegados a este punto, queda hablar de la voz. Para decirlo en pocas palabras, la suya es una de las mejores voces que puedan encontrarse en cantantes populares de cualquier género. Llena de recursos y con un rango deslumbrante, Pura Fe es capaz de susurrar y sin solución de continuidad pasar al alarido como esos coches que aceleran y van de cero a 200 km por hora en cuestión de segundos. Resulta imposible no deslumbrarse y la emoción del oyente está plenamente asegurada. Súmese a esto una presencia escénica contundente y enorme capacidad de reírse de sí misma. Por caso, en el show de ayer, luego de chocarse contra el dobro con el consiguiente acople, se dio vuelta y le dijo al público: "Bueno, ahora me conocen".

Para el show del Duc des Lombards, Pura se presentó con el muy buen guitarrista y cantante Cary Morin y el percusionista y cantante  Pete Knudson. Morin, hijo de un oficial de la Fuerza Aérea y miembro de la tribu crow, conoce diversos estilos de blues y es un virtuoso del fingerpicking, al punto que en cierto momento del show, Pura Fe lo deja solo para que pueda interpretar algunos temas de Sing It Loud, su más reciente registro. Lo hace con un aplomo tal que, por un momento, uno se olvida que se trata de un show ajeno y por eso resulta sorprendente la vuelta de Pura que, a esta altura, no tiene ningún problema en ser una más del grupo, compartiendo el final con sus dos músicos en pie de igualdad.


En síntesis, para ser el último gran concierto parisino (al corresponsal le queda uno, pero de música carnática del sur de la India, por lo cual no corresponde su inclusión en este blog), uno no puede irse a la casa más satisfecho ni con la media más mojada.

1 comentario:

  1. Tuve el enorme privilegio de poder ver a esta cantante en el Teatro Independencia de Mendoza, en un pequeño festival de blues organizado por Botafogo. Coincido totalmente con la apreciación de esa garganta de oro! Al final del show varios de los presentes compramos sendos cds, y ella tuvo todo el tiempo del mundo para firmar, hablar, compartir anécdotas. Una buena onda y humildad increíbles!

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