viernes, 1 de enero de 2016

El queso en Merlo o Sons d'Hiver 2016

Acaso por el roce con su distinguida clientela, hete aquí que Guillermo Hernández, unos días antes del final de año, discute amargamente con el almacenero de la esquina de su casa en Merlo. La discusión gira alrededor de un pedazo de "roquefort" (así lo llama el almacenero), que Hernández insiste en denominar "bleue". Su argumento es simple: en la Argentina no existe auténtico roquefort. Lo que comemos es bleue, queso que carece de apelación como el otro, que desde su nombre denuncia un origen. En un momento de la charla, el almacenero (cuya identidad, por motivos de seguridad, se mantiene oculta) retruca que lo que el vende es roquefort, y agrega: "El bleue también tiene apelación: se llama bleue d'Auvergne. ¿Qué se cree? ¿Que le doy gato por liebre?", y acaricia el cuchillo con el que se disponía a cortar el falso roquefort. Dado el cariz de los acontecimientos, Hernández, imagina un final sangriento para la discusión, que así es como los hombres (y algunas mujeres) dirimen estas cosas en Merlo. Entonces se aleja del mostrador, suelta dos tacos referidos a la vida sensual de la madre del almacenero  (en Merlo les dicen "puteadas") y ya en su casa llama al fiel Jorge Fondebrider, a quien le dice: "Che, andate para París y averiguame lo del roquefort que acá hay un pelotudo al que le quiero tapar la boca". Como siempre, se arreglan los viáticos y el 16 de diciembre, Fondebrider desembarca en París, con buen tiempo.


Lejos de ocuparse de la tarea encomendada, Fondebrider atiende otras urgencias, como visitar Crocojazz, donde su dueño Gilles Coquemplot (canoso y al fondo de la foto) comenta con sus clientes las novedades discográficas de fin de año. Se habla del cuádruple solista de Brad Mehldau, del concierto grabado de Ahmad Jamal y Yusef Lateef, de las grabaciones de Jerome Richardson. Cosas así.

Luego, saciado el primero de muchos impulsos que lo acometerán en días sibsiguientes, Fondebrider busca la programación de Sons d'Hiver, uno de los mejores festivales de jazz del mundo, al que ya asistió en 2012, ocasión en que fue enviado especial del Núcleo Duro de Minton's (cfr. entradas correspondientes en este mismo blog). Olvidando entonces la razón de su viaje, lleno de entusiasmo le envió a Hernández la programación de este año, que comienza, justamente, el 29 de enero, con Muhal Richard Abams y, en segunda parte, Anja Lechner con Francois Couturier. 


Hernández, azorado por las noticias, se incomoda hasta el Correo Central (ex Centro Cultural "Néstro Kirchner") para envíar un telegrama: "YA SALGO PARA AHÍ. STOP. FIJATE EL QUESO. STOP.".




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