viernes, 7 de octubre de 2016

Alan Courtis en el MALBA x 2 (pero queda nada más que una y es mañana)

Encuentros
Escuchas Flu-X-us 
A cargo de Alan Courtis 

Sábados 1 y 8 de octubre de 18:00 a 20:00. Sala Pedagógica, Nivel 1 - MALBA ( Av. Pres. Figueroa Alcorta 3415, Buenos Aires)

Alan Courtis (Buenos Aires, 1972) participó en más de 400 discos editados por sellos experimentales de todo el mundo como: P.S.F., Mego, Pogus, RRR, Blossoming Noise, etc. Fue miembro fundador del grupo Reynols y actualmente de L’Autopsie a révélé quela mort était due a l’Autopsie. Ha realizado extensas giras por Japón, China, Europa, EEUU, Oceanía, Sudeste Asiático, Latinoamérica, llegando inclusive a tocar en las cercanías del Polo Norte. Recibió distinciones de medios como The Wire, The Chicago Reader, The Beijinger, Dusted Magazine y difusión radial en BBC, WFMU, Resonance-FM, Österreich 1, SBS, RTVE, ART on AIR, RAI, Sveriges Radio, WDR, NRK, etc. Ha colaborado con músicos como: Keiji Haino, Merzbow, Pauline Oliveros, Lee Ranaldo (Sonic Youth), Otomo Yoshihide, RLW, Jim O’Rourke, Yoshimi (Boredoms), L.A.F.M.S, Eddie Prevost (AMM), Rick Bishop , Phill Niblock, Makoto Kawabata, Daniel Menche, Jojo Hiroshige, Zbigniew Karkowski, Okkyung Lee, Kemialliset Ystävät y Lasse Marhaug.



Como pocas antes, la música Fluxus se propuso ser internacional. Así, formaron parte del movimiento músicos de toda Europa, Norteamérica y Asia. En el marco de la muestra de “Dream Come True” de Yoko Ono, Escuchas Flu-x-us se propone como una serie de audiciones comentadas que rastrean posibles conexiones y paralelismos entre las propuestas de Fluxus y diversas producciones tanto locales y latinoamericanas, como provenientes de otras partes del globo.
Alan Courtis no realizará un abordaje estrictamente histórico sino que invita a escuchar música en el museo, como si se tratase de una casa, a través de la asociación libre que parte desde lo sonoro y se ramifica hasta lugares impensados, mezclando tradiciones como música electroacústica, contemporánea, rock, psicodelia, discos publicitarios, improvisación, folklore, free-jazz, canciones de autor, discos para niños y exploraciones sonoras varias.
Una invitación a la escucha abierta y a la deriva perceptual para dejarse llevar por el sonido hasta donde la palabra no llega. Además de un repaso por las nociones musicales que guiaron Fluxus, los encuentros se proponen generar un mapa posible de cómo Fluxus fue escuchado en Latinoamérica, con qué tradiciones se encontró aquí y cuáles fueron sus efectos
Orgranizados en el marco de la muestra Yoko Ono. Dream Come True.
Entrada libre y gratuita.

miércoles, 5 de octubre de 2016

Tomás Gubitsch x 3 en la Usina del Arte


Artistas en Residencia:

TOMAS GUBITSCH
en la Usina del Arte

14 – 15 – 16  de  octubre
Usina del Arte - Caffarena 1 – CABA

Entrada gratuita: se retiran desde 2 horas antes en la boletería de La Usina


La serie "Artistas en residencia" que La Usina del arte inaugura el fin de semana del 14, 15 y 16 de octubre con el guitarrista y compositor Tomás Gubitsch refleja uno de los objetivos centrales que la dirección artistica de La Usina se ha planteado en tanto centro cultural público y de excelencia.

Se trata de mostrar a un artista imprescindible y con una gran carrera, no solo sólida sino multifacética, y, justamente, ofrecer en diferentes conciertos los diversos aspectos que hacen a su universo artístico.

Tomás Gubitsch fue parte del legendario Invisible de Luis Alberto Spinetta que grabó “El jardín de los presentes”. Y luego brilló en aquel grupo de músicos provenientes del rock y del jazz que Astor Piazzolla armó en los 70' para unas giras europeas. Luego se estableció en Francia donde sigue viviendo y desarrollando una exitosa carrera musical.

Para esta nueva serie, Artistas en Residencia, Tomás Gubitsch ofrecerá tres conciertos que prometen ser memorables: el viernes 14 mostrará por primera vez en el país su música para orquesta junto a la Orquesta Sinfónica Nacional. Al día siguiente presentará junto a un seleccionado de músicos locales -Ernesto Jodos, Diego Schissi, Juan Pablo Navarro, Carlos Casazza, Jean Dindinaud y Martín Bruhn- un songbook que le fue comisionado por el director de La Usina, Adrián Iaies, titulado "Swingin London", que refiere a la música que sonaba en Londres entre 1965 y 1970 perteneciente a grupos como The Who, The Kinks, Led Zeppelin y otros. Finalmente, el domingo 16  ofrecerá “1-2-3, solos, dúos y tríos” junto a esos mismos músicos.

De este modo, a lo largo del fin de semana, este artista virtuoso y original mostrará su talento como compositor, como versionador y arreglador y, finalmente, como guitarrista. 



TOMAS GUBITSCH EN LA USINA DEL ARTE:

  • Viernes 14/10 a las 20hs en el Auditorio:
Junto a la Orquesta Sinfónica Nacional
  • Sábado 15/10 a las 19hs en la Sala de Cámara:
Songbook Swingin London (1965-70)
  • Domingo 16/10 a las 19hs en la Sala de Cámara:
1-2-3, solos, dúos y tríos.

domingo, 2 de octubre de 2016

Richard Galliano entrevistado por Santiago Giordano, antes de tocar en Buenos Aires

Santiago Giordano entrevistó a Richard Galliano antes de su debut porteño y el resultado puede leerse en la nota que se ofrece a continuación, publicada hoy en el diario Página 12.

Puente entre afinidades genéricas

Por sobre las posibles especulaciones sobre si su música podría entrar en los rótulos del jazz, o si quizás está más cerca de la tradición clásica, o incluso encuentra afinidades dentro del tango contemporáneo, Richard Galliano responde sencillamente que él es un músico francés. Un acordeonista francés, para más datos. Y si en las distintas etapas de un artista que lleva más de 50 años de carrera su música atravesó por diferentes estilos y dialogó con distintas tradiciones, lo hizo desde ese lugar. “Si usted me pregunta qué hice de importante en mi vida, le diría que no hice más que cumplir un sueño que traía desde mi infancia, que era el de cambiar el acordeón de lugar. Es decir, cambiar su imagen, que estaba estrechamente relacionada con el ámbito de la música para baile, donde había sido confinado, con la correspondiente condena a ser un instrumento menor. Lo que hice fue ponerlo en diálogo con otras músicas”, explica Galliano a Página/12. “Con esto no digo que soy el mejor del mundo ni mucho menos, pero sí que logré que el instrumento se libere de su mala fama, para que otras músicas, como el jazz o la llamada música clásica, le abran sus puertas. Pero lo que más me complace, es que ese camino fue seguido por muchos acordeonistas hasta hoy”, asegura.

Hoy a las 19 Galliano actuará en el Centro Cultural Kirchner, junto a un grupo de músicos que por su variedad estilística bien pueden reflejar aquel sueño de la niñez. Junto al acordeonista estarán los integrantes de Escalandrum, Daniel “Pipi” Piazzolla en batería y Nicolás Guerschberg en piano, y el contrabajista Juan Pablo Navarro, además del violinista francés Bertrand Cervera, prestigioso solista y concertino de la Orquesta Nacional de Francia. El programa del concierto incluirá piezas de Galliano, como "La Valse a Margaux", "Spleen" y "Tango pour Claude", además de obras de Astor Piazzolla, como "Otoño porteño", "Primavera porteña" y "Oblivion". Y se completará con otras piezas, de Johann Sebastian Bach.

“Encontrarme con estos muchachos será maravilloso, y descuento que se producirán lindas cosas entre nosotros”, asegura Galliano de cara a esta próxima presentación. “Bertrand (Cervera) será un poco el factor de unión del grupo, él es un músico de gran escuela y muy versátil. Además me encontraré con Pipi, el nieto de mi gran amigo y maestro Astor Piazzolla. Me gusta mucho lo que hacen con Escalandrum, esa manera de fusionar jazz, rock y tango”, halaga.

–¿Qué recuerdo tiene de Astor?
–Astor me dio un consejo que nunca olvidaré: no te alejes de tus raíces. Eso fue fundamental para mí en un momento en el que yo tocaba mucho jazz. Todavía siento la inmensa energía que Astor reflejaba como músico y como persona. Hoy tenemos la inmensa alegría de ver el modo en que su música es reconocida, aunque es una pena que esto se diera después de su muerte.

De aquel consejo de Piazzolla salió New Musette, un disco que Galliano grabó en 1991 en el que, al frente de un cuarteto, aborda al clásico vals-musette francés desde otro lugar. Una nueva forma en la que el calor del jazz –además del empleo amplio de la improvisación– y cierto modo de administrar la energía expresiva que estaba en Piazzolla, renuevan un género popular emblemático de Francia. 

“Del mismo modo que es posible escuchar una evolución del tango paralela a la del bandoneón en Argentina, en Francia el vals-musette se desarrolla junto al acordeón. Es la necesidad de cada generación de poner estas músicas al gusto de los tiempos actuales”, asegura Galliano.

–¿Sintió el rechazo por parte de los conservadores cuando renovó la musette?
–No. Si lo hubo no me di cuenta. Fui muy respetuoso de las raíces y eso se notó. Además, se sabe que el rol de cada generación es ir más allá. Siempre.

–¿Cómo inició su camino en el jazz internacional?
–Chet Baker y Ron Carter fueron los primeros nombres importantes del jazz con los que colaboré. Antes había trabajado con estrellas de la canción francesa como Juliette Greco y Charles Aznavour, pero aquellos encuentros con músicos de jazz me abrieron horizontes importantes.

–Un camino ilimitado...
–No crea. En Estados Unidos todavía existen muchos prejuicios para integrar un instrumento como el acordeón al universo de la música afroamericana.

–¿Y usted se siente un músico de jazz?
–Antes que nada me considero músico y compositor. ¿O usted no cree que grandes nombres del jazz como Miles Davis, John Coltrane y Bill Evans, por nombrar algunos, no son músicos, antes de ser trompetista, saxofonista y pianista?

Entre los discos de Galliano hay reflejos precisos de ese estado de alerta ante la variedad. Bach (2010), Vivaldi (2013) y el reciente Mozart (2016), un disco en el que junto a un quinteto de cuerdas transcribe con precisión y cierta propiedad estilística un contrapunto de El arte de la fuga, los movimientos del “Concierto para clave”, el “Concierto para oboe y violín”, o algunas danzas de las “Suites para violonchelo”, entre otras cosas. En From Billy Holliday to Edith Piaf (2009), que Galliano comparte con el quinteto de Wynton Marsalis, tiende puentes entre dos civilizaciones afines pero con características propias bien definidas: la canción americana y la francesa. En Paris Concert (2009) aparece el solista omnívoro, capaz de saltar con idéntica soltura y frescura de Piazzolla a las “Gnossiennes” de Eric Satie, de la canción italiana a los acordeonistas brasileños, de Thelonious Monk a sus propias composiciones. Ni hablar de los dos maravillosos Mare Nostrum (2008 y 2016), junto al trompetista italiano Paolo Fresu y el pianista sueco Jan Lundgren.

–¿Además de acordeón, usted toca bandoneón. ¿Lo trajo a Buenos Aires?
–¿Usted llevaría salchichas a Frankfurt?